No es noticia para nadie que este humilde servidor y su blog han cuestionado varias veces al famoso arquitecto, ganador del pritzker 2000; y lo hemos cuestionado por varias razones: por rechazar la naturaleza artística de la arquitectura, por manejar la arquitectura como una cuestión de marca, por descartar en sus proyectos los elementos propios del sitio, y -finalmente- por contradecir en sus obras lo expuesto en sus planteamientos.
Sin embargo, hay algo que debemos reconocerle a este señor:
¡el desgraciado este se vende muy bien!
2 comentarios:
Habría que crear una nueva categoría para este tipo de arquitectos que nos avasallan hoy en día con su capacidad de vender su marca. Yo la describiría como Arquitectura Cínica
Ya que no podemos hacer una arquitectura ética, unamonos a los poderosos para acentuar el desaguisado a lo largo y ancho del planeta y así nos enriqueceremos con las migajas.
Es una postura despreciable y deberíamos ignorarla a pesar de su brillantez formal y discursiva.
Yo prfiero catalogarlos como "vendedores de piedras mágicas". Le venden al público una basura compleja (otra palabra maldita en la historia de la arquitectura contemporánea; gracias a Venturi, quien abrió esta Caja de Pandora)y le hacen creer a la gente que es beneficioso para el desenvolvimiento humano... y que es arte.
En su último libro, "Theorical Anxiety an Design Strategies", Rafael Moneo hace una interesante analogía entre Koolhaas y Andy Warhol. Sin embargo, prefiero poner la metáfora, más en el mundo del cine, y equiparar a Koolhaas con James Cameron. Todo lo que ambos hacen es aplaudido por la masa irracional y consumidora, y está hecho con la intensión de decir: "I'M THE KING OF THE WOOORRLD!!!".
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