miércoles, diciembre 30, 2009

Salinas: Urbanismo de una Playa con Muralla.

 

muro de salinas

Con el fin de año se inicia la temporada playera en las costas de Ecuador.  Lamentablemente, las playas de nuestro país no están libres  de las barbaridades arquitectónicas y urbanísticas; y esta situación se vuelve aún más preocupante, cuando nos percatamos del gran volumen de obra que se lleva a cabo en la actualidad,  frente a las costas ecuatorianas.  Es por ello que he decidido realizar un breve análisis de Salinas, la principal ciudad vacacional del país. Quizás así, Playas, Crucita y Tonsupa estén a tiempo de evitar errores que pueden ser contraproducentes con el pasar del tiempo.

Desafortunadamente,  Salinas comenzó su vida como ciudad-balneario como una playa mutilada.  La actual base militar de Salinas –heredada del ejército americano, que se asentó en tal lugar, para defender de un posible ataque japonés al canal de Panamá- le quitó a la ciudad una de las mejores playas, la ensenada natural que se hace a continuación de la playa de Chipipe.  Adicionalmente,  esta presencia militar impidió que Salinas aprovechara el privilegio geográfico de tener mar en dos frentes de costa.  La pista de aeropuerto Cosme Renella se encuentra contiguo y paralelo a las costas de Mar Bravo;  locación que hubiera sido excelente para un segundo malecón y que pudiera convertirse en playa balneario con la construcción de un rompe-olas común y corriente. 

Actualmente,  las promotoras privadas están interesadas en aprovechar el potencial de la costa sur de Salinas, en la playa contigua de Punta Carnero,  fuera de los límites de la base militar. Sin embargo,  la falta de planificación está llevando al sector a una próxima asfixia de espacio público;  pues se están cometiendo los mismos errores que se cometieron en la zonal del Malecón de Salinas. Triste,  pero cierto.

El Malecón de Salinas dejó de ser una playa atractiva hace más de veinte años. Es por eso que en la actualidad la playa de Chipipe es la que recibe de forma abrumadora a todos los turistas que aún están dispuestos a luchar contra un mar de gente, con tal de conseguir un metro cuadrado de playa.  Esta también es la razón por la cual muchos turistas optan por viajar a muchas poblaciones cercanas, con playas menos atiborradas de gente;  o usan Salinas como cuartel para –desde ahí- emprender viajes hacia las playas de las poblaciones aledañas.

Es urgente que se realice una regeneración de playa en el Malecón de Salinas.  Sería interesante que dicha regeneración no sea solamente entendida como una ampliación de la banda de playa,  y que se aproveche la oportunidad de llevar a cabo una regeneración del ecosistema submarino, junto a la costa.  En la primera edición de los Premios Holcim,  un grupo de participantes provenientes de Asia,  planteó una estructura para “resembrar coral” en áreas que han sido afectadas por la mano del ser humano.  La implementación de ideas como esta podrían ampliar el espectro turístico de Salinas,  transformándola en una playa de buceo cercano,  además de un balneario.

estructura para coral

Un aspecto ahora irreparable de Salinas tiene que ver con su disposición urbana. La línea de edificios altos, contiguos al Malecón terminó matando la plusvalía de los terrenos posteriores,  pues su crecimiento continuo impide que los terrenos posteriores disfruten de la tan anhelada vista al mar.

salinas actual

Hubiera sido interesante intercalar cuadras de alta densidad con cuadras de baja intensidad,  tal como ocurre en otros balnearios del continente.  Esta técnica permite que muchos más lotes se beneficien del paisaje, y permite que las cuadras de baja densidad abarquen espacios comerciales que se convierten en puntos de encuentro que desahogan en parte la ocupación de la playa,  tanto de los turistas,  como de los comerciantes.

salinas as it should

Hay que reconocer que Salinas ha logrado sobreponerse a estas adversidades.  Poco a poco –y quizás inconscientemente- Salinas dejó de ser “sólo” un balneario, y se ha transformado en un centro de entretenimientos de jóvenes adultos.  Muchos de los viajeros que actualmente llegan a la ciudad van con la intensión de disfrutar de la vida nocturna del sitio;  y gran parte de ellos lo hace sin siquiera tocar playa alguna durante todo el fin de semana.

playa salinas

Sin embargo,  no está de más que Salinas quiera recuperar y mejorar su calidad de balneario,  retomando muchas de sus actividades y mejorando su infraestructura turística.  De esa forma,  dicha ciudad recuperaría a muchos de sus viajeros,  que actualmente optan por playas más distantes.

miércoles, diciembre 23, 2009

Navidad

ChristmasArchitecture

…Que en estas fiestas, alcancen el gozo y la paz que ofrecen los comerciales, pero sin comprarle nada a nadie. 

…Que la reflexión y la alegría del espíritu en ustedes se prenda,  con una llama más duradera que los foquitos de los árboles de navidad en las vitrinas. 

…Que la fraternidad surja en nosotros,  por encima de las rivalidades,  los rencores y el mal gusto.

…Que el recogimiento de los corazones humanos nos dé fuerzas a todos,  para dejar las discrepancias adefesiosas de la política, y nos permita seguir rompiendo los cristales del mal gusto, durante todo el año 2010, y durante muchísimos años más.

christmasalessinativity

…Que el Modernismo visite nuestras costumbres, tradiciones y reflexiones.

Son los sinceros deseos de “LADRILLAZOS”.

PAZ PARA EL MUNDO!

viernes, diciembre 18, 2009

La Ciudad sin Luz y sin Silencio.

guayaquil sin luz

Mi ciudad vive sin luz. Mi ciudad es parte de un país compuesto por ciudades sin luz, dentro de un continente que se llena de presas hidroeléctricas secas.

Mi ciudad ha viajado en el tiempo, fusionando con el presente dos capítulos del pasado. El siglo XXI se nos presenta de manera burlesca, ataviado con las tinieblas de la Edad Media y las humeantes esquinas de toxicidad victoriana.

Cuando la luz se va, se va gran parte de la gente, y aparecen los generadores. Vienen de todos los tamaños y colores. La ciudad se llena de ellos. Las conversaciones se apagan. Cuando se va la corriente, también se va el silencio con ella.

Cuando se va la corriente, nos visita un poquito de muerte. La ciudad respira más porquerías que de costumbre. Curiosamente, nadie saca un estudio de impacto ambiental que hable sobre las consecuencias de tanto generador metido en el espacio público. Compadezco a mis amigos de barrio que hacen su vida en los soportales de las calles, por el hollín que les meten en los pulmones. Siempre que puedo, les recomiendo entrar en sus casas.

En mi estudio sobrellevamos la situación gracias a las baterías de las computadoras portátiles. Distribuimos el tiempo de tal modo que las exploraciones tradicionales se hagan durante los apagones. Antes, cuando los apagones nos arrebataban la mitad del día, tuvimos que volvernos noctámbulos. Dibujos a mano alzada y maquetas de día; planos digitales de noche. La arquitectura se volvió mas monástica que nunca.

Más allá de las responsabilidades políticas –presentes y pretéritas- implicadas en esta situación, interpreto esta situación como un síntoma más que delata la próxima llegada de un segundo oscurantismo; lo cual se complementa con un planeta que se hartó de vivir domesticado por nosotros. Los apagones no son sólo en Ecuador; también ocurren ahora en Venezuela, Bolivia y parte de Colombia. Perú y Panamá hacen esfuerzos bárbaros para no tener que restringir la electricidad. En lo que va de esta década, California, Nueva Inglaterra y parte de Canadá han tenido situaciones semejantes, aunque no tan prolongadas. No sólo volvemos al pasado; lo repetimos en un estrato superior. Tal como los romanos arrasaban con cultivos, ganados y bosques en sus termas y bacanales; nosotros nos atiborramos de corriente; tragando más de los que producimos.

Quizás seamos sólo la punta de un iceberg degenerativo de la infraestructura mundial. Después de todo, la cadena se rompe siempre en su eslabón más débil. Aún así, no queda más que pedir por tiempos mejores.