sábado, octubre 07, 2006

Las Diez Negativas de un Buen Arquitecto.

A diferencia de lo expuesto en mi anterior
post, éstas sí son de mi autoría,
o al menos, eso creo:



1.- El arquitecto NO es un investigador.

El arquitecto explora formas, vínculos, técnicas y sus interrelaciones. Nada más. Los que quieran averiguar sobre los niveles de vida de una ciudad, las vairantes del costo del metro cuadrado de construcción y ru repercución en el bolsillo de la ciudadanía, no se hagan arquitectos. Para eso, pueden estudiar sociología.

2.- El arquitecto NO es un arqueólogo.

El arquitecto tiene un conocimiento del pasado, pero no lo busca. La obra de un arquitecto debe ser reflejo de su espacio y de su tiempo. Si le tocase enfrentar un caso de restauración o la modificación de un proyecto antiguo, el arquitecto debe respetar su valor histórico y manifestar en su intervención su respeto por el pasado y a la vez, la valoración y significado que esa obra del pasado tiene en su época.

3.- El arquitecto NO es un imitador.

Si bien el arquitecto no es un inventor, el arquitecto debe negarse siempre a imitar. Un cliente que quiere una imitación, no es un buen cliente. La vara de medida del trabajo realizado por un arquitecto es su capacidad de interpretar sin imitar. La interpretación es la herramienta racional del arquitecto, producto de su capacidad de análisis.

4.- El arquitecto NO puede hacer a un lado las necesidades del cliente.

En este punto, difiero con Howard Roark. El proyecto está en un punto intermedio, entre las necesidades y anhelos del cliente por un lado y las conclusiones racionales y estéticas del arquitecto en la otra parte. Muchas veces, el proyecto está más del lado del cliente que del arquitecto. Los límites dados por el cliente, bien administrados, pueden resultar beneficiosos. Un arquitecto que no sabe ceder en algunos puntos, es un arquitecto sin clientes.

5.- El arquitecto NO es un sumiso maestro mayor del cliente.

Lo dicho en puntos anteriores.

6.- El arquitecto NO debe dejarse someter por sus propias herramientas de diseño. El proyecto debe ser producto del trabajo racional del arquitecto y de su sensibilidad estética. El proyecto no debe depender jamás de la capacidad de las herramientas de diseño del arquitecto; es decir, el proyecto no debe ser una serie de formas tipo burbuja, solamente porque la computadora le permite proyctar burbujas.

7.- EL arquitecto NO debe ser un prisionero de las modas pasajeras.

La moda es consecuencia de una imitación sucesiva. Esta imitación sucesiva no tiene un aporte trascendente a la colectividad. En lugar de lograr una evolución beneficiosa en el arte de construir, degrada.

8.- El arquitecto NO debe estancarse el proyecciones irrealizables.

La proyección de un proyecto tiene su valor atístico, pero no tiene valor para la trascendencia del arquitecto. EL arquitecto que no complementa su obra con la realizacion de la misma, es un dibujante. Es equivalente a leer un guión del que jamás se hizo una película. Por favor, no queremos que hayan más Etienne Bouleé en la historia.

9.- El arquitecto NO debe perder su misticismo.

Todo arquitecto que ha traspasado su popio tiempo a través de sus obras, lo ha hecho porque su trabajo tiene una dosis de misticismo. Ese elemento que diferencia al objeto construido del objeto arquitectónico. Algunos pueden decir que se trata de "espacios con alma", o mejor aún, "con espiritu". No nos meteremos en ese tipo de elucubraciones. La arquitectura es una construcción proyectada, con una manifestación metafísica propia.

10.-El arquitecto NO debe perder el sentimiento filántropo que caracteriza su formación.



7 comentarios:

Fernando Miranda M. dijo...

Gracias por la info. Jajaaja
Tienes toda la Razon, lo seremos todo pero tal vez seamos nada.

http://deirel-medina-arquitectura.blogspot.com/

Anónimo dijo...

discrepo profundamente de el primer punto. el buen arquitecto debe ser un buen investigador, o no entiendes que es investigación o no entiendes que es un arquitecto.

jorge dijo...

tambien estoy en desacuerdo con el primer punto. cada proceso de proyectacion demanda investigacion, hacerse preguntas constantes y ser muy curioso. es necesario enfrentar deversas posibilidades y hacer una lectura de las diversas variables que componen, condicionan y justifican un proyecto. El arquitecto SI ES un investigador.

Unknown dijo...

Todo buen arquitecto investiga lo necesario para resolver los proyectos que le presentan sus clientes, a traves de sus proyectos. Cierto, eso no lo niega nadie.

Pero hay muchos que se quedan simplemente en la investigacion; y nunca materializan sus estudios a traves de una solucion arquitectonica. A esos dizque arquitectos, que mas son sociologos que dibujan, es a quienes hago referencia en este punto.

Lamembrana dijo...

Muy interesante artículo. Aparte de dos o tres errores de ortografía, lo que no comparto es la forma despectiva como utiliza el nombre del Arq. Étienne-Louis Boullée quien por el contrario además de sus obras, fue un visionario arquitecto francés del neoclasicismo, cuya obra influyó positivamente en los arquitectos contemporáneos y aún hoy en día es considerada importante.
Le sugiero, al autor, que piense dos veces antes de referirse con burla a la memoria de nombres y ejemplos que por el contrario merecen todo el respeto y no van al caso.
Por lo de la investigación mucho cuidado que esa es la base fundamental de un buen proyecto y obra no solo en la arquitectura sino en todas las ciencias, no podemos andar a ciegas soñando. Y, si su intención era hacer ver que muchos solo se quedan en las investigaciones y sus resultados no van más allá.... debería replantearlo. Eso es lo que dio a entender. No es solo una cuestión de disculpa, aclaración y ya. Por lo demás, no se si sea usted arquitecto, pero sus palabras indudablemente lo hacen ver como uno bueno.
Felicitaciones.

Unknown dijo...

Este post lo escribí con apenas 5 años de ejercicio de mi amada profesión, la arquitectura. Es muy posible que si lo escribiera hoy, lo haría de otra forma. El tiempo me ha enseñado a valorar las obras de quienes hicieron obras infinitas en el limitado universo del papel; tales como Boulée o Lebbus Woods. Sin embargo, me ratifico en lo dicho años atrás. En estos tiempos, en los que el mundo necesita soluciones inmediatas para tantos problemas, el arquitecto que se queda en la utopía no sirve. Boulée tuvo su espacio y su tiempo; y no necesitamos otro Lebbus Woods por ahora. El diseño debe traer solucioines, tal como lo expresa Bruce Mau, y hasta un renovado Phillip Starck.

Saludos.

Edward dijo...

De acuerdo en todos los puntos, menos en el primero. Me parece sesgada y absolutista su idea "elevada" del arquitecto. Creo que ya hemos superado ampliamente esa etapa. Baste recordar la lista innumerable de arquitectos que han aportado exclusivamente en el campo histórico, teórico o crítico, sin que ello le quite una letra al título de 'arquitecto'.
Por otro lado, los niveles de vida de una ciudad, las variantes del costo del m2 y la repercusión en la economía, SÍ son temas que atañen al arquitecto y no a un "sociólogo", como indica usted en el artículo.

Saludos,