En la última entrega de los tan desgastados Grammys pasó algo insólito: el premio a mejor disco del año fue entregado a un pianista de Jazz. Es la primera vez que un jazzista se lleva un grammy en esa categoría, dejando atrás a los figuretis poperos del momento.
Confieso que no conocía la obra de Herbie Hancock. Ha sido la noticia la que me motivó a conseguir su material discográfico, en especial su disco premiado "River: The Joni Letters". Puedo decir que es un "jazz light" bien hecho. El personal a cargo de las voces cuenta con personajes como Joni Mitchel, Tina Turner y un Leonard Cohen que recuerda más bien a la voz de Tom Waits.
¡Bien por el Jazz y bien por herbie! ¡Bien por el Grammy, que empieza a dejar de ser una oda a la popería! Ojalá el reconicimiento a Hancock sea síntoma de la ampliación de criterios en la entrega de esos premios; y no una vanalización del jazz.
Sin embargo, no nos olvidemos todos los grandes que no tuvieron ese gusto: Oscar Peterson, Count Basie, MIles Davis, Charlie Parker, Yacko Pastorious, Chick Corea, y muchos otros más.
DIcho esto, que suene el jazz mientras dibujamos, que también es un excelente compañero de labores.
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