¡Saludos, mis queridos lectores! Luego de este par de meses sabáticos que me he tomado en mis actividades bloggeras, regreso con ganas de celebrar a mi querida ciudad, en la mejor manera que conozco, resaltando lo bueno, denunciando lo malo, ridiculizando lo absurdo y demandando audacia y buen gusto de parte todos quienes hacemos arquitectura y ciudad.
Por ello, he preparado una serie de pequeños post en los que desnudo a mi ciudad, y comparto así su tosca belleza con todos ustedes.
Empecemos por lo bueno, por lo delicioso de Guayaquil: sus espacios públicos. Guayaquil tiene una escala de ciudad interesante y sorprendente; excepcional para el resto del país. Ojo, que no lo digo solo por las recientes regeneraciones, las cuales han aportado en mejorar la calidad del espacio público (insisto: aquellos que atacan a la regeneración en verdad buscan atacar a un personaje político. La regeneración no es el problema. EL problema es que no se sigan ampliando las áreas regeneradas). Desde antes, Guayaquil se caracterizó por sus espacios anchos, para nada mezquinos. Debe ser causa de las influencias limeñas del siglo antepasado, además de ser consecuencia del resurgimiento de la ciudad, luego del incendio de 1896.
¡Bueh! empecemos con el "Top 5" de los mejores espacios públicos de Guayaquil, según la opinión de este humilde ladrillero. No esperen ver a las Peñas dentro de este conteo, pues como saben, evito siempre caer en el maldito cliché. Con todo, ¡Disfruten! ¡Espero sus reacciones!
5.- URDESA.
EN mi opinión, la mejor generación urbana que vio la ciudad en la segunda mitad del siglo pasado. Se convirtió en un eficiente resumen de lo que es Guayaquil, y vincula a los diferentes estratos de la ciudad. Interesante trama: un círculo con sus actividades comerciales y comunales ubicadas en el centro del mismo. Aquel círculo se adapta poco a poco a las orillas del estero. Inicialmente, fue un gran catalizador entre los guayaquileños y el brazo de mar. Los primeros habitantes se bañaban en él, y los que tenía disposición de lancha, esquiaban sobre sus aguas. Tal interacción entre espacio urbano y espacio natural fue desapareciendo, lamentablemente; primero, por los caimanes (tengo grabado en mi mente un recuerdo de la infancia, cuando en la casa de un amigo de mis padres tuvieron que dispararle al un caimán que se había metido a la cancha de tenis); luego por la contaminación.
URDESA fue el punto de origen para que en guayaquil se experimente una arquitectura modernista única en la ciudad y espectacular. El barrio se caracterizaba por tener casas de un sólo piso; dos a lo máximo. Los patios frontales eran amplias alfombras de césped, originalmente carentes de cerramientos; y los garajes eran la consecuencia de un gran volado del piso superior sobre el área de parqueos, sin paredes perimetrales, lo cual hacia a la casa mucho más ligera. De los nombres de los constructores de ese tipo de casas sobresalen los de Pablo Graff y Román Font. Lamentablemente, muchas de esas casas están disfrazadas de modo tal que no muestran sus rasgos originales. Eso a consecuencia de la ignorancia algunos propietarios actuales, que no han sabido valorar la belleza de aquellas viviendas, y que han optado por la vulgar alternativa de la caricatura de lo figurativo, de la deformación de lo clásico.
URDESA (siglas de "Urbanización del Salado, S.A", para quienes no lo sepan) fue un barrio que logró eludir la idea de erradicar los esteros con relleno. Simultáneamente, logró un evento urbano integrado a la ciudad, y de ágil interacción con los demás entornos de la misma. Esa cualidad sería la principal causa de su perdición.
Al ser tan integrada dentro del desarrollo urbano de Guayaquil, URDESA fue durante una mala época el sitio preferido para la delincuencia de alto calibre. Era fácil robar un carro, o una casa, y salir corriendo a cualquier otro lugar. URDESA tiene varias vías de escape. Afortunadamente, sus índices delincuenciales están de bajada, pero aún hay mucho por hacer al respecto.
Otro inconveniente que carga URDESA por su eficiente versatilidad es su transformación de barrio residencial con actividades de entretenimiento a otro centro de actividad comercial. Los bancos y las oficinas fueron abriéndose espacio entre las viviendas y los centros de recreación.
Como reflejo de la ciudad a la que pertenece, URDESA refleja una falencia común en nuestros espacios: La Ausencia de grandes espacios verdes. Al ver la foto aérea de la ciudadela, uno inconscientemente siente que el triángulo que abarca hoy al "Mi Comisariato", el "Burger King" y el "Myriam's Gym" (antes el cine "Maya") debería ser un parque enorme, lleno de árboles grandes, frondosos y de sombra amigable: acacias, cedros, ceibos... ¡NADA DE PALMERAS! Si todos los propietarios de aquel inmueble se pusieran de acuerdo con el municipio para lograr un propósito así, sería un ejemplo espectacular de aporte cívico para el mejoramiento de un barrio.
4.- El Parque Seminario.
La Plaza de armas de la Ciudad Vieja. La primera plaza de la ciudad, si es que tomamos en cuenta que la "Boca del Pozo" de la Ciudad Vieja no contaba con los requisitos necesarios como para ser denominada como tal. En sus inicios, a fines del siglo XVII, abarcaba los órganos de poder, como toda ciudad española: La Iglesia Mayor, la Comandancia Militar y el Cabildo. Los dos últimos fueron posteriormente trasladados a la orilla del río, donde antes estaba el edificio de Las Aduanas. Al rededor de la Plaza fueron apareciendo los círculos de poder económico, poco a poco. Consolidando el nuevo centro de la Ciudad Nueva.
Hoy el Parque Seminario es más un espacio donde pasado y presente se fusionan de manera equilibrada. Impacta la frondosidad de sus ficus enormes, de más de 100 años de antigüedad. La glorieta y la estatua ecuestre de Bolívar son un eco del auge económico del incipiente Guayaquil republicano. En la actualidad, el Parque se está volviendo el espacio emblema de la ciudad, y se lo considera un punto de visita fijo para los turistas. No sorprende ya encontrar ocasiones en las que hay más extranjeros que locales. En parte, eso se debe a las iguanas y tortugas que se han apoderado del lugar; quienes no tienen reparo en posar para las cámaras de los visitantes.
La regeneración urbana también pasó por este parque, pero en mi opinión, de una manera desacertada. La piedra utilizada para el tráfico en el sitio es incómoda para los transeúntes. Recorrer el parque llevando un coche de bebé es un martirio, semejante al de cruzar el Mato Grosso del Brasil en un 4x4 (las cosas en las que uno se fija, ahora que se es padre).
Adicionalmente, sería conveniente que el Municipio considere la posibilidad de tener un equipo de limpieza de planta en el parque. No nos olvidemos que las iguanas no son necesariamente los animales más limpios del mundo, y ello conlleva a que en algunas ocasiones, la plaza huela a todo, menos a rosas.
3.- El Malecón 2000.
Arquitectónica y urbanísticamente, al "M2K" le he hecho dos observaciones bastante críticas: desvinculó totalmente al centro de la ciudad con el río. y que son los estacionamientos los que tienen la mejor vista. Sin embargo, reconozco los aciertos que tuvo este proyecto. El Malecón se convirtió en el espacio público de comunión e identidad urbana de todos los ciudadanos. Juega el rol que tiene La Carolina en Quito, Los bosques de Palermo en Buenos Aires, o el Central Park de Nueva York. Es el espacio de la ciudad. Todos los guayaquileños se sienten a gusto en él. Cierto es que sí producen cierta antipatía el estar bajo la lupa de los "chaperones de uniforme", que pitan cuando abrazas a tu novia, o te sientas en el cesped, pero diferenciemos las cosas. Eso es algo de índole administrativa, no tiene nada que ver con las características arquitectónicas del lugar.
Me parece que el diseño del Malecón es muy bien logrado en los sectores de la plaza cívica y en los jardines del Malecón. Tengo mis reparos contra el centro comercial, que resultó contraproducente a sus fines originales; y tengo algunos reparos con el edificio del MAAC, que a pesar de "verse bien" interactúa casi nada con la ciudad y con el río.
Malecón 2000 -con sus aciertos y sus errores- es ya una manifestación histórica de lo que fuimos hace 10 años, nuestras aspiraciones y nuestras expectativas. Salvo el Centro Comercial "Bahía Malecón", funciona muy bien (el "Bahía Malecón" se merece un post aparte, donde podamos profundizas en sus deficiencias, y en lo que pudo haber sido un diseño más conveniente). Si bien no interactúa con el Guayas, es una plataforma contemplativo bien hecha, y un rescate de un área que en mi época estaba tugurizada, abandonada y con un nivel delincuencial por lamentable.
2.- El Cementerio General.
El espacio más antiguo de la ciudad. Data de 1836. Su creador, Don Vicente Rocafuerte, en tiempos que ocupaba el cargo de Gobernador. Un espacio evocador, surrealista. El sol tropical y canicular de la ciudad se ve opacado por su propio reflejo sobre las blancas estatuas, hechas con mármol blanco de Carrara. Se trata del cementerio con más retratos esculpidos en toda Sudamérica, con un área patrimonial mucho más grande que el célebre cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires. Estos testimonios de muerte de los que está compuesto el cementerio hablan mucho sobre la vida de los guayaquileños de antes. Quieto, silencioso. Ajeno al tiempo. La piedra y los árboles conviven aún en un relativo equilibrio. Más allá del cariño personal que le tengo al Cementerio General, por haber participado en la investigación que terminó en la declaración del mismo como "Patrimonio Histórico Municipal", considero que se merece el 2do puesto entre los espacios más fascinantes de la ciudad.
1.- La Plaza de San Francisco.
Definitivamente, mi espacio favorito. Cuenta con la excepcional característica de ser una de las pocas plazas abiertas de la ciudad. En medio del actual centro de la actividad comercial guayaquileña, es el sitio donde mejor se aprecia la escala de la ciudad y el trajín de sus ciudadanos. Los jubilados leyendo libros, los teatreros y sus presentasciones furtivas, los ejecutivos con el paso apurado, los fotógrafos al acecho de turistas del interior, los vendedores de lotería, los cafés, los heladeros; las palomas que tanto enloquecen a mi hijo cuando revolotean a su alrededor, en busca de más semillas que comer... todo eso hace que la plaza de San Francisco sea una plaza viva y muy querida por mí. Después de todo, no soy sólo arquitecto. Antes que eso, también soy un transeúnte más junto al Guayas.
5 comentarios:
Sr. Dunn:
Desde el cielo solo los pájaros ven la tierra. Sería interesante alguna imagen a pie de tierra para los humanos del otro lado del globo.
Es una sugerencia.
Definitivamente, mi estimado amigo!
Veo qe eres un fiel discípulo de Kevin Lynch. Este fin de semana me daré un tiempo para fotgrafiar aquellos sectores a los que hago referencia.
Saludos.
EL pasado 24 de julio, mi querida amiga Cynthia Mayer dejó el siguiente mensaje en la comunidad que "LADRILLAZOS" ha abierto en el Facebook:
cynthia te ha enviado un vínculo a un blog:
Me encanto todo el articulo, en especial toda la explicacion historica de cada lugar y concuerdo con el TOP 5, pero tambien creo que faltan algunos...quizas te amplias al TOP 10? jeje
fantastico jd, pero si quisiera tu impresion local sobre la cabeza norte de malecon, santa ana y las penhas, y si te quedan tiempo y dedos sobre algo fuera del top>>> lagos del batan y la ribera del batan, proyectos de asistencia de DPZ, que lastima no poder in a gye tan seguido.
un blog estupendo...enhorabuena
saludos
MMM
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