La confrontación entre el lienzo y el pintor es un ejemplo perfecto del significado apocalíptico que esconde la palabra "equilibrio".
Más allá de aquella noción inicial de paz, balance y calma; el verdadero ser del equilibrio en una batalla interminable. Dos fuerzas en conflicto; equivalentes e idénticas, pero opuestas. Ello Implica la incapacidad que tienen para vencer al otro; lo cual transforma la batalla en algo interminable.
Quizás entiendan así los eruditos de la teología al conflicto en el que están embebidas las criaturas celestiales. Es muy probable que los ángeles y demonios anhelen más el fin de los días. Después de todo, nosotros aún le rendimos cuentas al tiempo; ellos, a la eternidad.
Semejante situación se da entre los amantes. Hombre y mujer "pintan" lo que sienten, y "lo que se sienten" sobre las sábanas.
... Habrá que tener en cuenta esta divagación personal, para la próxima vez que me atreva a ponerme frente de un lienzo en blanco.
Pero... ¿y en la arquitectura?
En el campo de la arquitectura, las batallas del equilibrio son mucho más complejas; pues no se trata de confrontaciones duales como "artista vs. lienzo", o "hombre vs. mujer". La arquitectura es el ámbito preciso para muchas batallas simultáneas: luz vs. sombra, lleno vs. vacío, público vs. privado. El equilibrio de una obra arquitectónica no radica en el triunfo de los "rivales positivos" sobre los "rivales negativos", sino en una media de todas las confrontaciones que participan dentro de la arquitectura. Pocas veces la luz ha sido sometida por las sombras en alguno de los hitos de la arquitectura. La materia define el espacio. Por ello, ocupa un importante papel en la definición visual de una obra; pero es el espacio el generador de la arquitectura en sí.
El equilibrio es en definitiva, un "intensificador" del presente. Los elementos participantes profundizan sus rasgos naturales, al confrontarse frente al opuesto, la "otredad". Los humanos nos vemos reflejados y atraídos por el equilibrio conflictivo de nuestras obras. Así podemos ver y aprender sobre nuestra naturaleza, además de vivirla en el arte, en la arquitectura y en la cama.
2 comentarios:
Definitivamente el caos, el conflicto, la presión, juegan un papel fundamental en la mente inestable de un creador que cambia tanto, que evoluciona.
Es ésa guerra con la esencia de las cosas los que nos hace parte de un todo y es esa búsqueda eterna la que nos impulsa a seguir encontrando, creando, trascendiendo.
Me gustó mucho encontrar una lengua libre...
Felicidades por tu espacio y por la fuerza que tiene desde que lo abres....
Erika Bueno
ENTRE FLUIDOS Y MANCHAS
Aunque sabes, los amantes conocen más de unidad que muchos arquitectos. La arquitectura está tan desvirtuada por la dualidad hoy en día. Y muchos espacios se olvidaron de amarnos, o nos olvidamos de amarlos. Qué pena cuando usuario y recinto son dos cuerpos extraños...
Saludos.
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