Comparto con ustedes esta cita del pensador latinoamericano Octavio Paz, que la encontré en el libro de Hugo Segawa, "Arquitectura Latinoamericana Contemporánea". Creo que sus palabras ayudan a aclarar -al menos- dos metros de la neblina que rodea nuestra propia naturalza.
"La tradición de lo moderno encierra una paradoja mayor que la que deja entrever la contradicción entre lo antiguo y lo nuevo, lo moderno y lo tradicional. La oposición entre el pasado y el presente literalmente se evapora, porque el tiempo trancurre con tal celeridad que las distinciones entre los tiempos diversos -pasado, presente, futuro- se borran o, al menos, se vuelven instantáneas, imperceptibles e insignificantes. Podemos hablar de una tradición moderna sin que nos parezca incurrir en contradicción porque la era moderna ha limado, hasta desvanecerlo casi del todo, el antagonismo entre lo antiguo y lo actual, lo nuevo y lo tradicional. La acelración del tiempo no sólo vuelve ociosas las distinciones entre lo que pasó y lo que está pasando sino que anula las diferencias entre vejez y juventud
... puede concluirse de todo esto que la tradición moderna, y las ideas e imágenes contradictorias que suscita esta expresión, no son sino la consecuencia de un fenómeno aún más turbador: la época moderna es la de la aceleración del tiempo histórico".
Octavio Paz, en "los Hijos del Limo", 1972.
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