Esta foto la tomé yendo al trabajo, días después de las fiestas de julio. Mucho simbolismo hay en una bandera de Guayaquil flameante e intacta. Mientras tanto, la pobre bandera ecuatoriana flamea raída por la mitad. Curiosamente, aquel pabellón raído representa más a nuestro país, conflictivo y confrontado contra sí mismo.
Ojalá regresen los tiempos en los que sintamos que nos unifique una sola bandera.
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