Monumentos a la Mentira

Cuando ví la foto, la figura me pareció interesante, pero ¡por favor! ¡Ya no más mentiras! ¡Guayas y Quil son una cochina leyenda! Empecemos a corregir la brutalidades que nos hacían decir cuando pequeños, en las clases de historia.

Lo sorprendente de esto, es cómo las falsedades históricas se entrecruzan entre sí, y aún así las seguimos diciendo. ¿Acaso nadie ha notado tal incoherencia, que nos digan que el nombre de la ciudad viene de la aunión del indio Guayas y de la india Quil; y que -al mismo tiempo- nos quieran hacer creer que "Guayaquil" significa en huancavilca "Nuestra casa grande"? ¡Absurdo! El pensar que hay hasta UNIVERSIDADES bautizadas en base a tal incongruencia me da risa e iras, simultáneamente.

El nombre de Santiago está bien claro por qué lo tenemos. Corresponde al santo predilecto de España, y consta en nuestra cédula de fundación como Santiago de Quito, fundada el 15 de agosto de 1534, por Diego de Almagro. El asentamiento definitivo lo tuvo a su cargo el Tuerto Orellana, en 1537, en las tierras de un cacique llamado HUAYAQUILE (según Fruto Vivas, eso quiere decir "Cacique del Río deCaña"), que no era huancavilca, sino CHONO. ¡No hay más vuelta que darle!

Me parece que es más que suficiente estafa el que mantengamos el monumento ese con los tres indiesitos y las banderitas de las provincias, junto al puente de la Unidad Nacional. Aquella estatua me duele más que el polémico monumento a Olmedo, que, según muchos, es en everdad Lord Byron (soy de esa opinión también; pero encuentro esa equivocación muy folklórica y jocosa).

En definitva, no me enoja la estaua propuesta sobre el río Guayas. El lugar es excelente y la estatua tiene encanto. Lo único a lo que me opongo es que se la bautice en honor a una mentira. Puede ser un monumento al pueblo huancavilca, a la familia, ¡a lo que sea! Pero, ¡por Dios! No más monumentos deidcados a la mentira. Eso, con el pasar del tiempo tuerce más nuestra historia, y nos deja sólo con mentiras monumentales.