viernes, agosto 25, 2006

Arq. Bratt Pitt!?? CREEREMOS??!


Hé aquí el depar del Brad Pitt, quien desde el 2003, se declara amante de la arquitectura (además de amante de Angelina Jolie). Fue en esa época que ingresó como pasante a la oficina de Frank O. Ghery, colaborando en la remodelación de un pent-house y un restaurante. Luego colaboró con él en un proyecto de escala urbana, en Inglaterra.
Desde entonces, Pitt rueda cuando puede con los arquitetos vedettes de nuestra época: Rem Koolhaas, Zaha Hadid, etc. etc.
No sería la primer vez que se ven ese tipo de giros, del cine a la arquitectura. David Lynch se sienta a "dibujar" los fondos de las viviendas de sus películas, a tal punto que hay una línea de luminarias y mobiliario bajo su nombre. Al parecer, la arquitectura tiene una escencia mucho más vivencial y más cercana. La buena arquitectura permite que todos los que viven en un espacio sean partícipes del mismo. El cine, que es un arte muy semejante a la arquitectura en su proceso creativo (guión/storyboard vs. sketeches7anteproyecto), limita esa participación espacial a los personajes representados por los actores.

Brad Pitt, mal acompañado por F. Ghery (el diablo) y Z. Hadid (la bruja).

Ahora, quien confiesa su interés por esudiar arquitectura es Hayden Christensen, el actor que interpetó a Anakin Skywalker en la primera trilogía de "Star Wars". Espro que no diseñe tal como actuaba, porque sino, lo veremos en el cine al cabo de unos pocos años. Pero, ¿será posible ese giro? ¿Puede alguien sin mucha información arquitectónica volverse de buenas a primeras un arquitecto? ¿Podría ocurrir en nuestro lindo Ecuador, que personajes de la farándula local, como Rashid Tanús, Diego Spotorno o Érika Vélez terminen dibujando apasionadamente en las oficinas de Ovidio Wappenstein, David Nürnberg, o Clemente Durán Ballén? Suena improbable, pero no imposible. Ya ha pasado al revés: Ximena Zamora de la facultad de arquitectura, y la cambió por las páginas a todo color en la revista "Soho". Pero que la arquitectura adquiera adeptos ajenos a la academia... ¡Ojalá así pasara!

No olvidemos después de todo, que el gran Tadao Ando pisó la universidad sólo para dar conferencias, y nunca para recibir clases. Él entró en la arquitectura al leer un humilde librito en "paperback", sobre Le Corbusier. Y fue por esa sutil influencia que dejó su antigua ocupación: el boxeo.

Claro que según algunos, Ando recibió los golpes adecuados sobre su cabeza para activar el switch de la mentalidad espacial. Todo puede ser.

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