Hoy quiero metrme en problemas. Tengo ganas de bucear en mares conceptuales, llenos de sargazos de definiciones y corriendo el riesgo de ahogarme en medio de peligrosas ambigüedades. Por eso, he decidido preguntarme públicamente (porque ya me lo he preguntado millones de veces, dentro del silecio de mi cabeza) "¿Qué es el arte?". Obviamente, estas líneas las escribe un escéptico sobre las verdades absolutas; por lo que expresaré esto más como mi impresión, lo que hasta ahora he podido develar sobre esta acción creativa y contemplativa; apasionante y misteriosa: el arte.
Empecemos por lo sencillo, por lo obvio:
Es una expresión humana.- La razón de ser del arte es la necesidad que el artista tiene de expresarse, de desahogarse, de compartir algo.
Es una expresión cultural.- A consecuencia de ello, el arte es el reflejo de un grupo específico de personas definidas por su espacio y su tiempo. Por ende, el arte es también un documento histórico.
Ahora, esas características también las puede tener un anuncio publicitario una artesanía. Por lo tanto, definamos ahora, lo que diferencia al arte de los demás métodos de la expresión humana.
Este contenido estético del objeto artísitco se manifiesta en una reacción del observador. Dicha reacción no es necesariamente de agrado o simpatía (el ejemplo perfecto es la "oda a la caroña", de Baudelaire). En todo caso, el arte despierta la parte metafísica del contemplador del objeto artístico; lo que para muchos se define como la parte "espiritual". Y ese despertar se manifiesta en una sensación de intensidad emocional. La "exaltación estética" del arte.
Es ésta la manera en que entiendo todo aquello que que hemos hecho desde las pinturas en la cueva de Altamira hasta el Pabellón de Barcelona de 1929; de las pirámides del Egipto, hasta MTV.
... proximamente, "Arte vs. Arte Contemporáneo".
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