Con el fin de año se inicia la temporada playera en las costas de Ecuador. Lamentablemente, las playas de nuestro país no están libres de las barbaridades arquitectónicas y urbanísticas; y esta situación se vuelve aún más preocupante, cuando nos percatamos del gran volumen de obra que se lleva a cabo en la actualidad, frente a las costas ecuatorianas. Es por ello que he decidido realizar un breve análisis de Salinas, la principal ciudad vacacional del país. Quizás así, Playas, Crucita y Tonsupa estén a tiempo de evitar errores que pueden ser contraproducentes con el pasar del tiempo.
Desafortunadamente, Salinas comenzó su vida como ciudad-balneario como una playa mutilada. La actual base militar de Salinas –heredada del ejército americano, que se asentó en tal lugar, para defender de un posible ataque japonés al canal de Panamá- le quitó a la ciudad una de las mejores playas, la ensenada natural que se hace a continuación de la playa de Chipipe. Adicionalmente, esta presencia militar impidió que Salinas aprovechara el privilegio geográfico de tener mar en dos frentes de costa. La pista de aeropuerto Cosme Renella se encuentra contiguo y paralelo a las costas de Mar Bravo; locación que hubiera sido excelente para un segundo malecón y que pudiera convertirse en playa balneario con la construcción de un rompe-olas común y corriente.
Actualmente, las promotoras privadas están interesadas en aprovechar el potencial de la costa sur de Salinas, en la playa contigua de Punta Carnero, fuera de los límites de la base militar. Sin embargo, la falta de planificación está llevando al sector a una próxima asfixia de espacio público; pues se están cometiendo los mismos errores que se cometieron en la zonal del Malecón de Salinas. Triste, pero cierto.
El Malecón de Salinas dejó de ser una playa atractiva hace más de veinte años. Es por eso que en la actualidad la playa de Chipipe es la que recibe de forma abrumadora a todos los turistas que aún están dispuestos a luchar contra un mar de gente, con tal de conseguir un metro cuadrado de playa. Esta también es la razón por la cual muchos turistas optan por viajar a muchas poblaciones cercanas, con playas menos atiborradas de gente; o usan Salinas como cuartel para –desde ahí- emprender viajes hacia las playas de las poblaciones aledañas.
Es urgente que se realice una regeneración de playa en el Malecón de Salinas. Sería interesante que dicha regeneración no sea solamente entendida como una ampliación de la banda de playa, y que se aproveche la oportunidad de llevar a cabo una regeneración del ecosistema submarino, junto a la costa. En la primera edición de los Premios Holcim, un grupo de participantes provenientes de Asia, planteó una estructura para “resembrar coral” en áreas que han sido afectadas por la mano del ser humano. La implementación de ideas como esta podrían ampliar el espectro turístico de Salinas, transformándola en una playa de buceo cercano, además de un balneario.
Un aspecto ahora irreparable de Salinas tiene que ver con su disposición urbana. La línea de edificios altos, contiguos al Malecón terminó matando la plusvalía de los terrenos posteriores, pues su crecimiento continuo impide que los terrenos posteriores disfruten de la tan anhelada vista al mar.
Hubiera sido interesante intercalar cuadras de alta densidad con cuadras de baja intensidad, tal como ocurre en otros balnearios del continente. Esta técnica permite que muchos más lotes se beneficien del paisaje, y permite que las cuadras de baja densidad abarquen espacios comerciales que se convierten en puntos de encuentro que desahogan en parte la ocupación de la playa, tanto de los turistas, como de los comerciantes.
Hay que reconocer que Salinas ha logrado sobreponerse a estas adversidades. Poco a poco –y quizás inconscientemente- Salinas dejó de ser “sólo” un balneario, y se ha transformado en un centro de entretenimientos de jóvenes adultos. Muchos de los viajeros que actualmente llegan a la ciudad van con la intensión de disfrutar de la vida nocturna del sitio; y gran parte de ellos lo hace sin siquiera tocar playa alguna durante todo el fin de semana.
Sin embargo, no está de más que Salinas quiera recuperar y mejorar su calidad de balneario, retomando muchas de sus actividades y mejorando su infraestructura turística. De esa forma, dicha ciudad recuperaría a muchos de sus viajeros, que actualmente optan por playas más distantes.
1 comentario:
sExcelente el blog espero que lo tomen en serio las autoridades de Salinas, en serio .
Un abrazo
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