En todo caso, aquellos que tengan la posibilidad que bajarla por internet, o de comprarla (original o pirata) ¡háganlo! no se arrepentirán.
En cuanto a la nueva versión, hay muchos peros. El primer pero, es que se trata de una "bond movie", pero habemos muchos a los que "sarna con gusto...". El segundo pero tiene nombre y apellido: Daniel Craig. Si bien se trata de un buen actor ("Layer Cake" se mantiene en mi top 10), simplemente no tiene lo que se requiere para el personaje. La escencia de Bond es un caballero inglés. Ciertamente, Daniel Craig es inglés, pero no de los que la gente imagina manejando un Austin-Martin, sino de los que trabajan en los puertos de Greenwich, cargando bananas recién llegadas de Ecuador. Otras evidencias que delatan la ausencia del Bond clásico en esta versión:
1.- Sale el famoso agente, ¡¡MANEJANDO UN FORD POR LA BAHAMAS!! O sea, ¡¡estamos hablando de un personaje ficticio que hasta ha manejado UN BMW Z3 EN CUBA!! Los productores realmente se prostituyeron esta vez.
2.- En una escena, el 007 le pide un vodka-martini al camarero, a lo que éste pregunta "shaked, not stared?" y Bond contesta con un "whatever" digno de "Reallity Bites".
Cerremos el cofre mortuorio de "Casino Royale" con lo peor: hay 20 minutos en la película, en la que se deja a un lado la trama de espionaje y se convierte súbitamente en "TITANIC"; con las diferencia que no ocurre en el Atlántico Norte, sino en Venecia; y lo que se hunde es un edificio, en lugar de un barco. Pero la cursilería es igual... o peor.
En definitva, ¿qué pasó? Supongo que hubo que adaptar al personaje a un entorno "post 11 de septiembre", una transformación más complicada al fin de la Guerra Fría. A consecuencia de ello, no aparecen ni el clásico "Q", tan bien actuado en las versiones finales por John Cleesse (The Monthy Python Flying Circus) y la enamoradiza y mojigata Monie Penny
Pero como de todo muerto hay que hablar bien, al menos en su funeral, diremos que tiene cosas que valen la pena; como por ejemplo el querer romper el cliché de la película Bond, rompiendo el esquema de la película y quitándole la monotonía en que se fundamenta Mike Myers para "Austin Powers". Es una pena que eso quede solamente en una buena intensión. La chica Bond es otro pro del filme, quizás el mejor casting del mismo. Belleza natural, sin abundancia de silicona. Me recordó mucho a la Audrey Hepburn de "Breakfast at Tiffany's". Y si se animan a ver la peícula en cuestión, recomiendo que pelen bien el ojo, para que encuentren a Richard Branson, propietario del emporio Virgin, entre los extras.
En definitva, creo que el nuevo "Casino Royale" podría lograr lo que ni mi propia madre ha podido, y abandone próximamente mi predilección por las películas Bond. Creo que ahora me dedicaré a ver los discurso de Sir Sean Connery en el parlamento escocés. Programa que resulta mucho mejor que ver "the League of Extraordinay Gentlemen".
1 comentario:
¿Cómo que 'guarever'?! Eso me parece una completa falta de respeto al género.
Otra cosa: ¿No crees que lo políticamente incorrecto comprende la mayor parte del encanto de las viejas películas (encanto que, aunque siempre me ha eludido en lo personal, he sabido reconocer)? No me puedo imaginar una película de James Bond sin un kitsch autoconsciente respaldado por imperdonables evidencias de sexismo, racismo, etc. -- que sin embargo no piden perdón.
(Debo reconocer que no sé ni de qué hablo pues no he visto la mentada película, pero a juzgar por las últimas cuantas películas Bond, no he de andar muy lejos)
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